Situada en la bahía de La Concha de Donostia-San Sebastián, es la más occidental de las playas donostiarras.
También es la playa de la ciudad con menor longitud, unos 600 metros, pero su anchura media de 100 metros la hace más grande que la playa de La Concha.
Está separada de la playa de La Concha por el pico de Loro, bajo el palacio de Miramar.
Es una playa relativamente tranquila y bastante menos saturada que La Concha.
Dispone de todos los servicios habituales en una playa.
No es complicado encontrar aparcamiento en el barrio del Antiguo, cerca de la playa.